En los últimos años la corsetería ha vuelto a escena y se ha introducido nuevamente en la vida diaria de las mujeres. Su historia siempre ha estado ligada al mundo del fetichismo, hasta el punto de casi hacerlo desaparecer, por suponer un elemento demasiado libidinoso para algunos y algunas. Pero no son poco los ejemplos que a día de hoy encontramos en famosas como Lady Gaga y algunas diseñadoras, que han devuelto el viejo esplendor de este antiguo complemento de lencería: los corsés o -su galicismo- corsets.
Siguiendo las tendencias e incluso llegando a crear nuevas, los diseñadores han conseguido revolucionar el mundo de la moda con sus diseños y colores. Han creado una nueva concepción del corset y la han trasformado hasta tal punto de convertirlo en un elemento que esté a la vista de todos. En definitiva, personas como Maya Hansen -diseñadora graduada con matrícula de honor por el Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid y marca distribuidora de corsets en España, Reino Unido, Estados Unidos, Japón, Suiza, Francia, Países Bajos y Lituania- han hecho que la lencería cobre forma de un nuevo complemento que poder ‘pasear por la calle’.
Pero ¿qué es exactamente un corset? Básicamente es una prenda utilizada para estilizar y moldear la figura de la mujer. No obstante, no todos son lo que parecen y en los últimos años, muchas prendas son vendidas como corsés cuando, técnicamente, no lo son.
Para estar seguros de que los que llevamos responde a nuestras expectativas hay que fijarse en su estructura. Para empezar hay que tener claro que, así como todos los cuerpos no son iguales, en principio, los cosets han de hacerse a medida. Por otro lado, las varillas internas que llevan deben ser lo suficientemente flexibles como para que se amolden a la figura, pero lo necesariamente rígidos para que la modelen, resaltando a día de hoy todo lo que en otras épocas se pretendía cubrir o disimular. Por ello, existen varias formas de cosets.
No hay comentarios:
Publicar un comentario